Fue lindo ver nuevamente a las mamás que habían terminado su proceso de transformación en diciembre de 2016. Fue reconfortante validar que en ellas se han generado cambios significativos que hacen que sus vidas tengan más calidad y esto se refleja en los testimonios que sobre la forma de manejar las relaciones nos brindaron el pasado 12 de agosto.
Qué alegría sentirlas empoderadas en su rol de mamás responsables, qué maravilla ver que sus proyectos de vida familiar se han ido llevando a cabo y que cada día luchan por ellos, qué bueno vivir con ellas el momento de valorar lo que han realizado y verlas, con mucha propiedad, comentando los nuevos proyectos que como grupo familiar han definido.
Adicionalmente, nos llenó de alegría ver a nuestros chicos recordando la importancia de conservar los valores fortalecidos en nuestro proceso: Respeto, gratitud y tolerancia.
A todas ellas un fuerte abrazo y nuestro reconocimiento por ser capaces de transformar positivamente sus vidas y la de sus familias.
Fuente: Propia
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